La historia del girasol que dio la espalda al amanecer no hubiera salido a la luz si éste, testarudo, no hubiera arrancado sus raíces del suelo. Lejos de marchitarse, instó a todos sus congéneres a mirar al norte, cruzarse de ramas y esperar a que el Sol, vencido, admitiera que su movimiento, debía ser pactado.
(el Kartero)
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