No pudo soportar la ausencia de su madre desde tan temprana edad. Convertido en un saco de huesos indefenso y desamparado por la cruel y equilibrada ley natural no aguantó más de una semana, y fue a parar, sin remedio, a las garras del tigre, para el que el nombre de Bambi no era motivo de ayuno.
(el Kartero)
No hay comentarios:
Publicar un comentario