Echaré de menos esa magnífica sonrisa que tienes y que tan poco frecuentemente me encuentro. Ya ves, vivimos en un sitio pequeño y apenas nos cruzamos muy de vez en cuando, parece que el destino quisiera dosificarme tu belleza para que no me provoque una intoxicación. Antes de mi partida sólo espero poder darte otro beso, después me llevaré conmigo el secreto que ni siquiera tú conoces, a qué no te imaginabas que tú también has sido mi musa?
(Pinzón Azul, a A. -ojo, no es la misma del otro día-)
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