Quiero que me duela, aunque sea un poquito. Quiero que me duela para disfrutarte una última vez. Pero no me duele. No me hace mella. Y me desconcierta, y me entristece. Y sin dolor y sin heridas no van a haber nunca cicatrices. Y sin cicatrices nada me recordará que debo dejar de amarte.
(el Kartero)
No hay comentarios:
Publicar un comentario