martes, septiembre 27, 2005

Aquí sentado

Lo de que la vida se pase en un instante antes de morir no sólo le sucede al que va a perderla. Hoy me he dado cuenta de que a los desolados que nos toca ser los últimos en irnos también se nos pasa. Pero no se nos proyecta de forma fugaz sino lenta y fríamente intentando animarnos con cada día vivido pero consiguiendo todo lo contrario.
En fin Ana, que te fuiste ya hace año y medio y aún no ha terminado de pasar toda nuestra vida en común ante mis ojos. Aunque temo porque ya he llegado a lo de cuando te comunicaron lo del cáncer y me da que en breve te voy a perder por segunda vez.

(el Kartero)

1 comentario:

alejandrosl dijo...

Vaya, no me esperaba ese giro del final... muy bien.