Sólo tengo siete días. Tan solo una semana. De Lunes a Domingo para hacer lo que quiera antes de mi desconexión. El haber pactado mi no retiro a cambio de implantarme en un nuevo modelo no me va a salir gratis. Los ingenieros me han dicho que va a ser imposible conservar mis recuerdos, que incluso ven difícil que conserve parte de mi forma de ser. Es la primera vez que se transplanta una unidad cerebral entre dos modelos distintos de robots y no saben muy bien que pasará.
Pero hay otro problema. María. Mi compañera de trabajo. Una humana a la que nunca le he dicho lo que hay bajo mi piel y de la que siempre he estado enamorado. Siempre pensé que la oportunidad me llegaría algún día. Y ya veis. Ahora no se ni tan siquiera si dentro de una semana me acordaré de ella y ni tan siquiera si me volverá a gustar. Me agobia un poco decidir que hacer porque nada tendrá permanencia en el tiempo. Sólo me quedan siete días y necesito quererla aunque sea lo más breve que haga en mi vida.
-¿María? Soy yo. ¿Qué te apetece hacer durante siete días?
No hay comentarios:
Publicar un comentario