viernes, noviembre 04, 2005

El clavo ardiendo (bis)

No me había parado a pensar hasta hoy en que ese puto clavo ardiendo ha estado siempre entre nosotros. En que cada uno tenemos el propio. En que hasta en el más frío de los inviernos siempre tendremos un humeante y afilado clavo donde podernos agarrar.
Es más, creo que voy a ir a buscar una pata de cabra y con ella ayudar a todos los que quieran arrancar ese jodido clavo que no hace más que recordarnos que casi siempre tenemos la posibilidad de vender nuestra alma al Diablo.

(el Kartero)

No hay comentarios: