No se si es así o es otro título (un libro), pero el caso es que de lo que quiero hablar es de esa sensación que se obtiene al realizar un gran esfuerzo físico como subir una montaña y gozar luego del descanso y la contemplación desde la cima.
En realidad no deja de ser, de alguna manera, una droga, el soma de los que buscan en lo alto de los riscos la tan ansiada recompensa a sus esfuerzos. Cómo los actores que se desviven por los aplausos o el enamorado que ansía la sonrisa de su amada.
Pues eso, que llegar a lo alto de la montaña no deja de ser como lo contado y también como todo lo contrario.
(el Kartero)
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