Me consta que hoy el Kartero habría querido dejar su huella aquí y que no ha podido. Un extraño mal afecta a sus dedos y da igual lo que teclee: sólo consigue que aparezcan palabras sin sentido con muchas letras de más. Ya se sabe, la tecnología a veces se vuelve contra las funciones para las que fue diseñada. Pero que no cunda el pánico, no tardará en solucionar ese desaguisado.
(Pinzón Azul)
1 comentario:
Solucionado, diez euros me ha costado un teclado nuevo, de los de toda la vida, de los simples, de los que penden de un cable y sus teclas suenan a máquina de escribir. Presiento que este es el comienzo de una larga amistad. Con el teclado me refiero.
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