La cantidad de rencor que una persona puede guardar en su interior, se puso de manifiesto, cuando Cenicienta hubo de actuar cómo Reina Regente, tras la misteriosa muerte de su marido. La guardia de su difunto esposo pasó a su mando y con ello vinieron las primeras desapariciones. El objetivo era claro. Buscar y detener a sus hermanas y madrastra. No se escatimaron medios y la represión fue brutal.
(El Kartero)
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