viernes, febrero 17, 2006

Cuadernos de avión. El piloto

De pronto los motores rugieron como si pararan el aire. Comenzamos a caer mientras girábamos, se encendieron todas las luces, las azafatas se aseguraron y vi los primeros edificios bajo las alas. En un abrir y cerrar de ojos noté cómo bajo mi asiento se liberaban las ruedas sedientas de suelo y reconocí, a través del cristal, que habíamos regresado al aeropuerto de partida. Detenidos en medio de la pista con las hélices aun girando salió el piloto de su cabina, bajó por la escalerilla y observé desde la misma ventanilla cómo corría en busca de una mujer que parada en medio de la nada le entregaba mientras se besaban algo entre la mano. Ya dentro del avión, con las puertas cerradas y al tiempo que se colocaba aquel objeto recuperado en la chaqueta a modo de broche nos dijo: - Hemos estado muy cerca, estábamos volando sin mis alas.

(Rayo el mulo)

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