miércoles, marzo 08, 2006

Diario de un pájaro (III)

Esta mañana me ha pasado algo verdaderamente sorprendente. Cuando me han venido a pinchar he tenido un acto reflejo; he querido apartar la inyección con mi mano izquierda. Con mi inexistente mano izquierda. Mi cuerpo debe reaprenderse a sí mismo. Había oído hablar del picor en los miembros fantasmas pero no de esto. Luego, debí quedarme dormido. El caso es que me entraron unas ganas terribles de ir al baño e intenté levantarme. Fue horrible comprobar cómo las fuerzas se desvanecían en mis piernas inexistentes. El estar en una habitación sin ventanas tampoco ayuda. Ya no puedo escapar, dejando mi cuerpo sobre la cama.

(Ursus)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fue de mi agrado.