domingo, marzo 12, 2006

Querida hermana

Querida hermana,
aunque te llame así sabes tan bien como yo que de hermanos no tenemos nada. De hecho no tengo ninguna hermana, tan sólo un hermano, y precisamente estos días me sorprendo descubriendo cuanto lo quiero. Y es maravilloso que así sea, los hermanos son los que nuestros padres nos dan, no los podemos elegir y por tanto no se sabe que podemos esperar de ellos. Sin embargo los amigos seguimos otro proceso, nos encontramos algún día por el camino, descubrimos que esa compañía nos agrada y poco a poco nos vamos conociendo y aceptando unos a otros. En otras palabras, nos elegimos.
Pero de entre las imperfecciones que tiene el mundo una de las más mezquinas es la de las distinciones entre las amistades del propio sexo y las del contrario. Sobre todo cuando tantos tópicos se han dicho y escrito al respecto.
Con todo esto lo que quiero decir es que eres mi amiga, eso ya lo sabes. Y que te quiero, sólo faltaría que tuviera que avergonzarme de decir esas palabras. He tenido que darme cuenta de lo que te voy a echar de menos para escribirte estas líneas. Así que aunque no vea las cosas como tú, más bien aunque no las llame con el mismo nombre, el que me consideres algo parecido a un hermano me halaga, claro que sí. No puede ser de otra manera, cuando recuerde nuestros desacuerdos al respecto tendré un precioso motivo para sonreír.

(Pinzón Azul, a su hermana A.)

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