La pasión es el denominador común y punto de partida de todo aquello que merece ser contado.
Pues bien, esta historia que aquí comienzo, no solo merece ser contada, sino que además, y sobre todo, merece el haber quedado en el recuerdo, en el boca a boca, de las gentes de aquel lugar del mundo que un día tembló por simple solidaridad, por unirse al temblor de aquella pasión.
(alma)
2 comentarios:
Pues no te hagas de rogar y sigue contando, que nos interesa...
No es que merezca ser contada, es que DEBE ser contada. Y pronto, no sea que se olvide.
Aunque sea por simple solidaridad con los lectores...
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