jueves, junio 15, 2006

Joy

La pasión es el denominador común y punto de partida de todo aquello que merece ser contado.
Pues bien, esta historia que aquí comienzo, no solo merece ser contada, sino que además, y sobre todo, merece el haber quedado en el recuerdo, en el boca a boca, de las gentes de aquel lugar del mundo que un día tembló por simple solidaridad, por unirse al temblor de aquella pasión.

(alma)

2 comentarios:

alejandrosl dijo...

Pues no te hagas de rogar y sigue contando, que nos interesa...

Anónimo dijo...

No es que merezca ser contada, es que DEBE ser contada. Y pronto, no sea que se olvide.
Aunque sea por simple solidaridad con los lectores...