jueves, septiembre 29, 2005

Sólo Ida

- ¿A donde? – Al Aeropuerto por favor. – Su cara me suena. Usted es la viuda de Miguel. – Bueno, la viuda no. Pero sí, si soy yo. ¿Y usted es? – Soy yo, Antonio, el Taxista, ¿recuerda? – Si. Es cierto, no lo había reconocido. – Bueno, es normal, me vio con muchas magulladuras. Es usted mi primera carrera desde el accidente. Me ha costado mucho regresar. – Siempre quise llamarlo y preguntarle una cosa. ¿A dónde llevaba usted a Miguel esa noche? – Eso ahora no tiene importancia. ¿No cree? – No, si que la tiene. Se iba de viaje ¿verdad? – No sé. Supongo. Lo llevaba al aeropuerto. – Necesito que me lo diga por favor. – Nos dirigíamos al barrio del Raval. Ya sabe, donde los prostíbulos. Decía que íbamos a recoger a alguien para irse de viaje y no regresar jamás. Luego pasó lo del coche que perseguía la policía y que nos dio de lleno. Fue todo muy rápido. Pero si usted no es su mujer, ¿quién es? – La puta.

(el Kartero)

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